El comienzo…

A estas fechas se cumplen ya casi tres años de cuando me di cuenta de donde venia mi fascinación por la naturaleza, entender que era esa conexión que me permite sentir la respiración de la naturaleza, comprender el amor de verdad, también de dejar de sentir lastima y comenzar a sentir compasión,... ya mas de tres años de que me di cuenta de quien era ese ser único al que todos pertenecemos, sin distinción de ningún tipo, ese ser que nos hacer ser a cada ser vivo de este universo uno solo y por lo tanto abrir tu mente a esta interconexión, reflexionar en que nada existe por si solo, sino que todas las cosas están relacionadas... la vacuidad... también aprender y comprender la gran ley: “el odio no se combate con el odio sino con amor”... y sin embargo tendrá también poco, mas de un año que me di cuenta que todo esto estaba inmerso en la filosofía budista, claro fue difícil darme cuenta de esto, pues donde crecí nunca había podido leer acerca de esta gran filosofía de la vida. Y desde que comencé a incluir esta filosofía dentro de mi vida, no solo como una lectura mas, sino, como parte de la vida misma, comencé a liberarme de mis mayores temores, comencé a liberarme de temporadas tristes y solitarias... y todo se volvió "color de rosa"... llegue a sentir que no encajaba ya en esta sociedad donde casi todo giraba en torno del dinero, donde la gente si tenia sus momentos espirituales pero eran tan vacíos que solo duraban un día de practica, donde los seres mas cercanos a mi no podían ser felices plenamente y encontrar eso que les hacia falta para poder serlo, así que pensaba muy seriamente en marcharme y ser un "sabio" en alguna montaña, fue entonces cuando penetrando mas en el budismo, conocí a alguien a quien yo llamaría un budista moderno, al maestro Tendzin Gyatso (mejor conocido en nuestro continente como el XIV Dalai Lama) de quien estoy aprendiendo lo maravilloso del budismo, esa manera que tiene de adaptarse y transformarse, de no ser una religión sino una filosofía de la vida y que también te permite psicoanalizar la sociedad, el presente que vivimos y a uno mismo... de esto tiene poco muy poco, tan poco que la hoja de mi diario "La ultima pagina" estaba destinada a eso, a ser la ultima pagina de lo que escribiría, cosa que ha cambiado y que gracias a mucha gente que esta inmersa en todo esto, hoy puedo decir que ese texto es una hoja mas en el diario de mi vida.
Creo pertinente aclarar algo, algo que también leí de este gran maestro: (1) el que mi antigua religión ya no me sea útil, no quiere decir que para la humanidad no lo sea, (2) que debo de honrar y respetar mi antigua religión por todos los valores y personas que creen en ella y (3) que también es mi decisión si quiero cambiarme al budismo o decido solo tomar lo bueno de esta filosofía y llevarlo a mi religión y/o al comportamiento diario en la vida, así que todo lo que yo escriba no es una invitación a que la gente se vuelva al budismo, la diversidad debe de existir, yo en lo personal he decidido adoptar esta filosofía como parte de lo que inculcare a mis seres mas queridos, sin embargo si tú decides no hacerlo, solo toma lo que creas te ayudara a ser mejor persona sin cambiar de religión o estilo de vida, no olvidemos que el mensaje de las principales religiones del mundo es el mismo: amor, compasión y perdón y que no importa quienes seamos buscamos ser felices, en todo eso es donde debemos canalizar nuestras energías y no en discusiones absurdas de quien tiene la razón.

- Reflexión
Un gran maestro recibió cierto día la visita de un erudito profesor en la universidad que venia a adquirir mayor conocimiento.
El gran maestro sirvió el té. Colmó hasta el borde la taza de su huésped, y entonces, en vez de detenerse, siguió vertiendo té sobre ella con toda naturalidad.
El erudito contemplaba absorto la escena, hasta que al fin no pudo contenerse más. "Está ya llena hasta los topes. No siga, por favor".
"Como esta taza" dijo entonces el gran maestro, "estás tú lleno de tus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo podré enseñarte algo a menos que vacíes tu taza?